ANTECEDENTES

ANTECEDENTES HISTÓRICOS Y TEÓRICOS DEL TEATRO ESPONTÁNEO




Para conocer acerca de los orígenes del Teatro Espontáneo y de la teoría que lo sustenta, hay que conocer  un poco de la historia biográfica de Jacobo Levy Moreno, el páter primario. Esto nos permitirá tener un marco contextual para entender su propuesta dramática, y por qué no también terapéutica, desde una óptica social como Moreno la ha generado. Reconocemos otras fuentes de influencia en su aporte como son el Teatro Playback de Jonathan Fox y el Teatro del Oprimido de Augusto Boal.

El Teatro Espontáneo, es antecesor al psicodrama corriente y paradigma también concebido por J. L. Moreno inserto en la psicología humanista.  Nace de la necesidad de darle lugar a la acción en la vida de las personas, los grupos, las comunidades, otorgándoles a ellos la posibilidad de ser protagonistas de su propia realidad, y de esa forma de  empoderarse para generar la transformación personal y colectiva.

De su biografía, se relata en diversos textos que de niño su juego favorito fue representar a Dios. Que junto con otros niños fabricaban un escenario que representaba el cielo y, por supuesto, él era Dios. Estos juegos de roles se podría decir que fueron  sus primeros psicodramas, que él mismo denominó, El psicodrama del Dios caído.  Posteriormente en 1895, en Viena estudió medicina, matemática y filosofía, siendo un líder nato, mediando en los conflictos estudiantiles racistas contra los judíos.  Por otro lado, realizaba actividades reuniendo a los niños en los jardines de los parques, se percató  que ellos intercambiaban roles familiares y culturales,  como los de mamá, papá, rey o reina, policía, etc. y que usaban la fantasía representando mitos o fábulas que más bien correspondían a sus necesidades o frustraciones.  Con ellos empezó a usar la técnica del juego de roles (Role playing) como medio para ampliar o corregir su percepción personal, haciendo que los niños se pusieran en el papel de sus padres o maestros y así vieran las cosas desde otro punto de vista.  Se narra en su biografía que otro de sus pasatiempos mientras estudiaba medicina,  fue el de  concurrir a los tribunales para presenciar los juicios, que al volver a su casa reconstruía con sus amigos o familia el evento presenciado, donde se representaban todos los roles de los participantes en ellos.

Entre 1908 y 1914 creó una comunidad para recibir a inmigrantes y refugiados, mientras legalizaban su estancia y se establecían en la ciudad. Allí prestaba ayuda y se abría espacio para la discusión filosófica y espiritual, así  el grupo escuchaba los problemas de cada uno de sus miembros en busca de soluciones. Este fue el inicio de un profundo estudio sobre las relaciones grupales, que dio origen a la psicoterapia de grupo. También en esos años,  comenzó a visitar las casas de prostitución con el propósito de escuchar de las mujeres sus dificultades y ver la forma en que se podían agrupar. Se dio cuenta que  estas situaciones narradas por unas, eran terapéuticas para otras.

Poco antes de ser médico y a causa de la Primera Guerra Mundial, fue destinado a un campo de refugiados. La casa en que se reunía fue cerrada, sin embargo continuó desarrollando su filosofía, llevándola a hogares o a grupos sociales que lo necesitaban. A esta práctica la llamó Teatro Recíproco, una mezcla entre terapia familiar, psicoterapia y encuentro. Cuando visitaba sus casas comenzando una conversación -aparentemente normal- a través de ella, observaba también cuáles eran sus preocupaciones sociales, familiares o políticas, decidiendo dramatizarlas, donde  cada persona representaba su rol verdadero dentro del núcleo familiar.

En el 1921, aun viviendo en Viena, funda el “Teatro de la espontaneidad”. En este espacio, experimentó durante tres años la aplicación del juego espontáneo y la improvisación catártica de la dramatización, como método alternativo al psicoanálisis. Moreno, al crear el Teatro de la Espontaneidad, buscó borrar las fronteras entre la audiencia, los actores y los dramaturgos.  Fue así que los  grupos de actores y actrices que trabajan con él representaban con espontaneidad y sin ensayo temas sugeridos por el público presente. Comenta el propio Moreno  que  algunas veces personas del público subían al escenario a representar a los personajes envueltos en la trama.   Surgiendo  temas del mismo público que reflejaban el entorno social, familiar y psicológico de quienes concurrían. El público presentaba temas no sólo por lo novedoso, sino también por su relación consciente o inconsciente con los mismos. Al igual que los niños, los adultos usaban su imaginación o la representación de ciertas escenas para acercarse a un problema en el que se sentían involucrados con la representación espontánea de personajes y escenas que les servía para ampliar sus experiencias imaginativamente y para practicar varios roles sociales, culturales y políticos.

Moreno se dedicó a profundizar las técnicas de la espontaneidad a través de la llamada inversión de roles, donde los actores adoptaban prototipos sociales: policía, bombero, cartero, etc., que luego intercambiaban hasta haber experimentado las distintas emociones y puntos de vista de cada rol.   El público asistente, al participar en esta experiencia espontánea y creativa, reflexionaba acerca de nuevas actitudes ante situaciones conocidas, convirtiéndose esta acción lúdica y dramática en una transformación hasta en sus propias vidas.

Ya viviendo en New York, en el año 1932 acuña el término Psicoterapia de Grupo convirtiéndose en uno de los pioneros.  Desde el año 1936 hasta su fallecimiento en el 1974 establece en Beacon, al norte de la ciudad, un sanatorio. Allí reside y desarrolla sus numerosas actividades, el Psicodrama toma forma concreta y delinea su posición paradigmática dentro de la psicología, separándose en objetivos, propósitos y dirección con el Teatro Espontáneo encausándolo en al arte como transformación social.